ENTREVISTA
 
Daniel Macpherson /Sindicato estatal de buzos
“Uno de cada 20 buzos morirá o sufrirá una lesión irreversible este año ”

El trabajo a grandes profundidades no es lo que hace de la profesión de buzo una de las más arriesgadas. Sin duda el abandono a su suerte del colectivo por parte de la administración y el escaso cumplimiento de las normas de seguridad por parte de las empresas son un peligroso combinado que potencia el riesgo. Cuatro muertes recientes en un breve periodo de tiempo han dejado a los aproximadamente 2.000 buzos españoles más huérfanos que nunca. Reivindican dejar de estar sujetos al régimen general de la seguridad social para pasar al régimen del mar, de modo que los médicos que les atiendan conozcan las enfermedades y afecciones propias del sector. Demandan que las mutuas den bajas laborales por accidente en vez de enfermedad cuando estos sean la causa de una dolencia. También quieren jubilarse antes, ya que la actual edad de jubilación permite bucear a un profesional de 64 años a 50 metros. Quieren que las distintas autonomías no dejen de aceptar los títulos de otras autonomías, como ocurre en Valencia, de lo contrario deberán pagar diecisiete títulos dada la movilidad de la profesión. Y sobretodo, quieren que el Ministerio de Trabajo inspeccione el cumplimiento de las normas de seguridad para prevenir los fatídicos accidentes. Daniel Macpherson, delegado del Sindicato Estatal de Buzos amplía nuestra visibilidad sobre el colectivo de buzos profesionales.

 

Evidentemente un buzo profesional a los 50 debe ir pensando en dejarlo, pero no puede jubilarse. ¿Qué hacen a esas edades?
Desde el punto de vista medico, a partir de los 45 está desaconsejado realizar buceo profesional, empieza a ser arriesgado para la salud. Además, es lógico pensar que si en la élite del buceo en España, en el Ejército, los buzos se jubilan a los 45, nosotros, que no somos “elite”, no deberíamos jubilarnos a los 65.
Normalmente los buzos “veteranos”, si no han dejado la profesión antes, lo único que pueden hacer es tener esperanzas en que algún empresario les permita dirigir las operaciones de buceo sin tener que entrar en el agua, como jefe de equipo o encargado. En la mayoría de los casos se podrían alegar problemas de salud ocasionados por la profesión, pero son procesos largos y repletos de obstáculos.

¿Cuál es la dificultad que existe a la hora de censar al colectivo y tener estadísticas fiables de accidentes y bajas por enfermedad?
Todas. No existe ningún organismo que tenga control alguno sobre la cantidad de buzos en España. Ni el INEM, ni la SS, ni nadie. Tan sólo el ISM ha comenzado creando un epígrafe para nuestra profesión, pero como en la mayoría de nuestros casos no se nos permite cotizar por el régimen del mar, no podemos acceder a éste.
Nuestros cálculos nos llevan a pensar que existen en España de entre 1.500 a 2.000 buzos que trabajan alguna vez al año, pero de éstos sólo coincidirán a la vez unos 500 como máximo. Además nuestros cálculos de siniestralidad más optimistas nos llevan a unas cifras esperpénticas: uno de cada 20 buzos morirá o sufrirá una lesión irreversible en un año. Eso es, unas 50 veces más probable que de sufrir un accidente de trafico de las mismas características. ¡INTOLERABLE!

¿Cuáles son las enfermedades propias de la profesión?
Son muchísimas, de hecho, muchas de las enfermedades más comunes nos excluyen de poder
realizar nuestra actividad. Cualquier infección de las vías respiratorias, o de oído, nos puede causar graves problemas. Aunque algunas de estas son casi exclusivas de nuestra profesión, como la Osteonecrosis Disbárica. La mayoría de estas enfermedades están muy bien catalogadas en medicina hiperbárica, e incluso en el ISM, pero volvemos al problema de siempre: la mayoría no cotizamos por este régimen, y además las mutuas no tienen catalogadas casi ninguna de éstas, y la Seguridad Social no reconoce la especialidad de Medicina Hiperbárica que nos exige la ley para nuestros reconocimientos. En definitiva, un cúmulo de despropósitos y contradicciones.

¿Qué tipo de accidentes graves y leves son más corrientes?
De entre todos, la principal causa de muerte entre los buceadores es el ahogamiento, aunque suele venir provocado por muchos motivos. Le siguen los accidentes descompresivos y algunas intoxicaciones. De entre los accidentes leves, suelen ser contusiones y hemorragias en vías respiratorias. Además de los accidentes que se pueden producir fuera del agua que son los comunes en la construcción o navegación.

¿Cuáles son las infracciones de normas de seguridad más habituales?
Las englobamos en dos tipos, las administrativas, que corresponden a la documentación necesaria para operación de buceo (hojas de buceo, libro de equipos y control de mantenimiento, etc.), y las referentes al equipamiento, estas son las que más nos preocupan, ya que son las que podrían reducir drásticamente la siniestralidad de nuestro sector. En torno al 90% de las operaciones de buceo se realizan incumpliendo la normativa. Este es un problema en el que participan todas las partes, empresa contratista, empresa de buceo y buceador. Pero no podemos olvidar que el que sufre las consecuencias es siempre el trabajador.

Si un buzo conoce los riesgos y sabe que hay una deficiencia en la seguridad ¿por qué se sumerge? ¿Por qué no lo denuncia?
En la mayoría de los casos son una combinación de dos factores: miedo a las represalias y dependencia económica. En el caso de las denuncias, también suelen ser dos factores: miedo a las represalias y desconocimiento de los derechos del trabajador.

¿Qué trabajo está realizando el sindicato respecto a estas deficiencias y respecto a las reivindicaciones del sector?
Llevamos mucho tiempo trabajando en dos sentidos. El primero es la creación de un Convenio colectivo que regule nuestro sector. Y el otro, aunque relacionado, es crear una mesa de negociación con la administracion, para que asuma las competencias y obligaciones que tiene y unifique la disparidad de legislaciones que están proliferando. Nuestra propuesta, que es conjunta con Promega y con la Plataforma de Buceo Profesional, es crear un organismo que regule el sector en todo el ámbito nacional. Este órgano deberá tener una representación de todas las partes implicadas: Sector Médico, sector formativo (escuelas), sector empresarial y sector sindical. Cuatro pilares básicos para soportar todas las reformas necesarias sin perjudicar a nadie.

¿Cuántos buzos están sindicados?
Atendiendo a los datos mencionados anteriormente, disponemos de más de 200 afiliados, que suponen una alta participación, porcentualmente hablando, aunque para la administracion seguimos siendo un sector sin importancia. Está claro que si realizaran un análisis económico de los trabajos que desarrollamos, cambiarían de opinión. Pero tenemos esperanzas en que pronto se solventarán muchos problemas.

¿Los servicios de emergencia están preparados para el rescate de buzos en apuros?
No hemos tenido constancia de que haya habido ningún problema con los servicios de emergencia. En la mayoría de los casos suelen producirse más problemas a la hora de activar el plan de emergencia o el de evacuación por parte de las empresas, que por parte de los servicios de emergencias.

Imagine una situación idílica para el buceo profesional ¿podría describirla?
Es muy complicado, en la mayoría de los casos, tan sólo podría compararla con la de otros países europeos, Francia, Reino Unido, Holanda, Alemania etc. Pero no creemos que “calcando” las soluciones de estos países se solucionarán nuestros problemas. Ya se introdujeron “copias” y sólo ocasionaron trastornos. Creemos en que es mejor buscar soluciones consensuadas y desde dentro, que dejar en manos ajenas los problemas que nos conciernen.

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